VIDEO con MI VOZ:
“Éa... éa...”
Como flor que al maltratarla se estropea,
la niña huye de quien la roce o besa.
Prohibiéndola ser callada y ser traviesa,
la niña se canta sola: “éa...éa...”
Anda por el tiempo sin dormir sus siestas
siendo dueña de sus silencios y dudas
reparando de otros las hendiduras
al tiempo que en su alma se abrían grietas.
Adiestrada a asumir lo que otros quieran,
la niña crece de sus sueños podada.
Niña siempre triste, sola y educada...
crece queriendo, aunque no la quisieran.
Geles Calderón
(05-11-07)
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